En 1913, Jules Ronjat publicó una descripción detallada de la adquisición simultánea de francés y alemán de su hijo Louis, quien mostró un notable progreso en ambos idiomas sin confusiones aparentes, algo que el propio autor atribuyó a que ambos progenitores utilizaban sólo cada uno de estos idiomas con él (la madre le hablaba en alemán y el padre en francés).

Esta conclusión fue puesta en duda por Leopold, quien en 1949 publicó el último volumen de un diario detallado de la adquisición simultánea de inglés y alemán de su hija Hildegard. Este autor afirmó que habían seguido a rajatabla la «regla» de que cada progenitor le hablase sólo en uno de los dos idiomas, pero su hija no pareció tenerlo tan claro como Louis. O eso interpretó su padre, quien pensó que había confundido sus dos idiomas.

Estas dos obras dieron lugar a los estudios posteriores sobre la adquisición bilingüe de una primera lengua, aunque ya en 1935 se pensaba que dicha adquisición «tensaba» la capacidad de aprendizaje del idioma de un niño, «lo que conducía a formas retrasadas e incluso deficientes de desarrollo del lenguaje» (Smith, 1935).

A lo largo de los años encontramos algunas investigaciones en la misma línea, como la de Macnamara en 1966 donde dice que «la educación bilingüe pone a los niños en riesgo de fracaso académico«; la de Diebold, dos años después, en la que incluso aventura que puede provocar una «inadaptación sociocultural por no identificarse claramente con ninguno de los grupos lingüísticos»; o la de Bialystok varias décadas más tarde, añadiendo que podría resultar en un «deterioro cognitivo y lingüístico».

La preocupación de Leopold tendría una explicación si leemos a Volterra y Taeschner, quienes proponían que el estado inicial del niño bilingüe en desarrollo es esencialmente monolingüe. Cabría preguntarse entonces, si los dos idiomas de los niños bilingües se desarrollan de manera autónoma o interdependiente.

¿Difiere realmente la adquisición bilingüe de la monolingüe? Y, lo que es más importante… ¿qué significarían tales diferencias?

Desarrollo del Lenguaje en Niños Bilingües

¿Los niños bilingües tardan más en hablar?

El profesor Fred Genesee, de la McGill University (Montreal), ha centrado su investigación en el bilingüismo y la adquisición de la primera lengua bilingüe en poblaciones con y sin discapacidad. En particular, ha examinado las primeras etapas de la adquisición de dos idiomas con el fin de determinar los límites neurocognitivos de la capacidad innata del niño para adquirir el lenguaje. Además de esto, se ha interesado en la adquisición de una segunda lengua en la escuela y las modalidades que serían efectivas en contextos escolares.

A lo largo de los años de la escuela primaria, las mediciones estandarizadas del dominio del lenguaje oral (tamaño del vocabulario expresivo y receptivo) revelan una brecha entre los niños monolingües y bilingües según varias investigaciones (Eilers, Pearson, & Cobo-Lewis, 2006; Bialystok, Luk, Peets, & Yang, 2010). Parece ser además, que los bilingües muestran déficits en la recuperación léxica al realizar una tarea de fluidez verbal y experimentan más interferencia en las tareas de decisión léxica (Rosselli et al., 2000; Gollan et al., 2005), e incluso una menor precisión y tiempos de reacción más lentos en las tareas de denominación de imágenes aun cuando lo hacen en su primer idioma (Ivanova & Costa, 2008).

Con respecto a los déficits duraderos en la recuperación léxica, se han propuesto dos hipótesis principales:

  • La hipótesis de los eslabones más débiles, que atribuye el acceso más pobre visto en los bilingües a las diferencias en la frecuencia con la que se utilizan las redes asociativas entre palabras y conceptos (Gollan, Montoya, Cera, & Sandoval, 2008).
  • La hipótesis de la competencia, según la cual los bilingües necesitan un procesamiento más fácil para acceder a las palabras en cada idioma que los monolingües, debido a la necesidad de inhibir la interferencia de la lengua competidora (Dijkstra, 2005).

En varias de las investigaciones de Genesee y otros autores que examinan la adquisición de la primera lengua en niños bilingües, han demostrado que producen sus primeras palabras casi al mismo tiempo que los niños monolingües. No obstante, la evidencia de diferencias en el desarrollo del vocabulario se mezcla dependiendo de la edad del niño y si se informa de vocabulario receptivo o expresivo.

Hay que tener en cuenta que la mayoría de los estudios sobre el desarrollo léxico de los niños bilingües se basan en los informes de los padres, como los Inventarios de Desarrollo Comunicativo MacArthur-Bates, cuyas medidas tienden a subestimar el tamaño de su vocabulario (Houston-Price, Mather, & Sakkalou, 2007).

Cuando se mide el lenguaje expresivo, los bilingües en edad escolar tienden a tener un tamaño de vocabulario más pequeño incluso cuando ambos idiomas se combinan (Yan & Nicoladis, 2009).

En los bilingües más jóvenes (menores de 3 años), se ha informado de que el tamaño total del vocabulario receptivo y expresivo es comparable al de los monolingües, aunque estos bilingües tienden a tener menos palabras en cada uno de sus idiomas a la hora de expresarse (Marchman, Fernald, & Hurtado, 2009).

En este otro libro se hace una introducción acerca de cómo los niños aprenden a hablar más de un idioma de forma simultánea, teniendo en cuenta el contexto tanto para su aprendizaje como para una utilización socialmente adecuada.

Estimulación del lenguaje en niños

Una variable que influye en el tamaño total del vocabulario de un niño es la cantidad de tiempo en que está expuesto a un lenguaje dado, donde una mayor exposición se asocia con un mayor tamaño del mismo (David & Wei, 2008). Por lo tanto, las estimaciones sobre la cantidad de vocabulario que posee un niño, deben ir acompañadas de información detallada sobre el historial de exposición a ambos idiomas.

Unas líneas más arriba nos planteábamos si los dos idiomas se desarrollaban de manera autónoma o interdependiente. Es decir, ¿el vocabulario aprendido en un idioma es o no independiente del vocabulario aprendido en el otro?. Cuando un niño bilingüe conoce la palabra para un concepto en ambos idiomas, esto se conoce como TE (por ejemplo, «perro» y «dog»), cuestión que no es baladí porque la adquisición de TEs viola el principio de exclusividad mutua [una palabra por cada objeto].

La presencia de TEs en bilingües muy jóvenes proporciona evidencia contra la hipótesis de un sistema lingüístico fusionado o unitario, pero en cambio es consistente con la idea de que los bilingües tienen dos sistemas léxicos distintos, por lo que es necesario cambiar a través de los dos sistemas con lo que esto supone a nivel cognitivo.

Según la investigación de David & Wei citada anteriormente, la proporción de TEs en el vocabulario general de un niño tiende a ser baja antes de los 18 meses y aumenta constantemente, llegando cerca del 30% al final del segundo año. En cambio, las investigaciones sobre el desarrollo léxico temprano como las de Genesee et al., han demostrado que los niños bilingües jóvenes adquieren TEs a mediados del segundo año. De la misma manera que ocurría con el tamaño del léxico, la proporción de TEs está influenciada POR LA EXPOSICIÓN AL LENGUAJE, conociendo que una exposición más equilibrada produce más TEs. El problema es que este estudio se basó en una pequeña muestra de 13 niños.

Poulin-Dubois et al., indican que, aunque es probable que una exposición equilibrada a ambos idiomas genere un vocabulario equilibrado, en su estudio en laboratorio lo que confirman es que la cantidad de exposición a L2 estaba relacionada con la proporción del vocabulario L2, PERO NO CON EL VOCABULARIO TOTAL. Lo que sucede es que la exposición a L2 no estaba fuertemente correlacionada con la proporción de TEs en bebés bilingües, lo cual podría explicarse por la exposición de los bebés a ambos idiomas en diferentes entornos. Serían estas palabras, adquiridas específicamente según el contexto, lo que reducidíra el número de TEs de un niño.

Si te interesa saber más sobre cómo se desarrolla el lenguaje desde que nacemos, echa un vistazo a la entrada sobre DESARROLLO NEUROCOGNITIVO DEL PROCESAMIENTO FONOLÓGICO 🔍 y, si quieres seguir leyendo sobre bilingüismo, lee EL PROCESAMIENTO DEL LENGUAJE EN EL CEREBRO BILINGÜE 🔍 .

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