Sabemos que la psicología científica dio sus primeros pasos en 1879 con el primer laboratorio experimental de Wilhem Wundt en la Universidad de Leipzig, Alemania. La idea era describir fenómenos psicológicos con una precisión similar a la observada en las llamadas ciencias naturales. Los primeros psicólogos educativos tenían claro que esta disciplina proporcionaría las bases para estudiar el aprendizaje humano, y sería la «vertiente» americana la que profesionalizaría la Neuropsicología Escolar, dentro de la Psicología Educativa, tras casi cien años de investigaciones.

Para entender los aspectos esenciales que abarca la Psicología Especializada en Educación y cómo dentro de ésta la Psicología Escolar ha ido evolucionando en los procesos de evaluación e intervención gracias a la Neuropsicología, podemos acudir a varias figuras representativas:

  • John Dewey, quien abogó por la aplicación práctica de la psicología e insistió en que las teorías y modelos científicos debían ser herramientas en las que apoyarnos para ser capaces de manejarnos en el mundo, fue también el creador del aprendizaje basado en proyectos. Estaba convencido que los docentes debían enseñar a los alumnos a través de la experimentación real.
  • Alfred Binet, quien abandonó sus estudios de Derecho al estar interesado por la psicología y el trabajo de Charcot sobre la hipnosis. Posteriormente, tras el nacimiento de sus hijas, comenzó a interesarse por el desarrollo cognitivo y la inteligencia, siendo el primero en diseñar una escala junto a un colega psiquiatra, conocida por todos como la Binet-Simon.
  • Lewis Terman adaptó dicha escala a la población americana y fue denominada como la Stanford- Binet, además de ser conocido también por llevar a cabo los mayores estudios psicométricos longitudinales a personas consideradas como <dotadas>.
  • Leta Hollingworth, quien propuso que los niños más capaces también necesitaban una INSTRUCCIÓN DIFERENCIADA 🔍 y no sólo los que tenían alguna dificultad en los aprendizajes básicos. Fue alumna de Thorndike y trabajó en un centro para «deficientes mentales», denominación que se le daba hace cien años a lo que hoy sería un trastorno del desarrollo de la inteligencia, donde se dedicaba a utilizar la Stanford-Binet y llegó a la conclusión que algunos tenían una inteligencia promedio y que los problemas que presentaban se debían más bien a una mala adaptación a su entorno por diferentes factores y causas.
  • Edward L. Thorndike, primer diseñador experimental en el campo de la Educación (sobre el que ya hablé en BREVE HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA EDUCATIVA 🔍), publicó varias obras destacadas en el primer cuarto del s. XX: Psicología Educativa, Principios de la enseñanza basada en Psicología, Medición mental y social, Educación-primer libro.

Es decir que, las investigaciones sobre cómo aprendemos y cómo podemos mejorar el rendimiento con el método de enseñanza, datan de hace casi 150 años si aplicamos los principios de la Psicología. ¿Y qué pasa con la parte «neuro»? ¿En qué época se entremezcló con la Psicología Educativa? Pues casi desde el inicio, como pone de manifiesto lo que explicaba William James en diferentes charlas a los maestros ya en 1899: «El que está educado sabe portarse aun en circunstancias que se le ofrecen por primera vez, sirviéndose de los ejemplos previos que encuentra almacenados en su memoria y de las concepciones abstractas que tiene formadas… siendo la <educación> la organización de los hábitos de conducta adquiridos y de las tendencias a contenerse».

Este autor, considerado el «padre» de la psicología americana, nos habla en ese fragmento de la capacidad de resolución ante situaciones novedosas, así como de la adaptación al entorno; habla de almacenamiento y recuperación de la información; de representaciones mentales; organización de la conducta; y también de aprendizaje e inhibición. Con todo, no fue hasta 1980 que comenzó a aplicarse el conocimiento neuropsicológico a los llamados Trastornos del Aprendizaje y fue de la mano de este libro William H. Gaddes y Dorothy Edgell.

En esa época había una seria preocupación sobre la falta de formación de los psicólogos escolares en las bases fisiologicas y neuropsicológicas de la conducta, pues hasta entonces se había obviado el papel del SNC sobre el comportamiento y el enfoque predominante había sido el conductual. En el mismo año del libro de Gaddes y Edgell, la Asociación Nacional de Psicólogos Escolares en EEUU formó un grupo de neuropsicología y, junto con la Academia Nacional de Neuropsicología, realizan formaciones y capacitaciones anuales sobre neuropsicología para psicólogos escolares centradas en evaluación e intervención.

En 1981, Hynd y Obrzut escribieron un artículo en la ‘Revista de Psicología Escolar’ con la finalidad de aportar un marco conceptual a dicha subespecialización y, con el esfuerzo de unos y otros, fueron cimentando la profesión de neuropsicólogo educativo o escolar.

¿Psicología Educativa y Neuropsicología en España?

Hace más de una década que se intenta introducir un «máster profesionalizante» en Psicología de la Educación, olvidándose de la parte <neuro> y sin demasiado calado. Esto es, sin una propuesta clara y unificada, quedándose en más de lo mismo como le sucede al Máster en Psicología General Sanitaria. Por otra parte, los másteres en Neuropsicología Clínica no suelen tocar nada de aprendizaje y Alta Eficiencia Cognitiva y, cuando lo hacen, es también desde el desconocimiento de toda la parte psicoeducativa.

Teniendo ya una base formativa en la disciplina de Psicología, tanto con la antigua Licenciatura como con el Grado, lo lógico en el caso de la psicología educativa es realizar un posgrado especializado en evaluación e intervención (a ser posible con profesionales que sepan evaluar e intervenir 📢⚠️👍🏻) como hacen en EEUU.

Posgrado en Neuropsicología

Hay que conocer los trastornos del neurodesarrollo (existe vida más allá del TEA, el TDAH y los «trastornos» del aprendizaje); hay que saber cómo se va conformando nuestro cerebro y qué problemas pueden surgir tanto durante el embarazo como tras el nacimiento; hay que dejar de perpetuar neuromitos, contenidos obsoletos, enseñar un sólo enfoque y seguir insistiendo en teorías nunca aceptadas por la comunidad científica o bien discordantes con el conocimiento más actualizado (el cerebro triuno y la concepción de una mente modular y todo lo que deriva de ello como LAS INTELIGENCIAS MÚLTIPLES 🔍 o seguir pensando que la LATERALIDAD CRUZADA 🔍 causa problemas de aprendizaje).

Dejar de hacer amalgamas de distintas profesiones o montar chiringuitos como la neuroeducación; entender de una vez que la adquisición de la lectura, la escritura y el cálculo son habilidades que no vienen de fábrica (podríamos hacer una excepción, quizá, con la COGNICIÓN MATEMÁTICA 🔍) sino que se aprenden y, por tanto, es fundamental ENSEÑARLAS ADECUADAMENTE 🔍 y hacer un trabajo previo a la escolarización formal en un entorno lo más enriquecido posible (sabiendo que sus dificultades pueden ser manifestaciones de algo más que no se está viendo); conocer bien los test sin olvidar que una puntuación no concluye nada sobre la causa de las dificultades y, por tanto, aprender a explorar la cognición (¿conoces los modelos teóricos? ¿Conoces las funciones y los múltiples procesos dentro de? ¿Entiendes lo que es la carga cognitiva? ¿Sabes identificar cuándo una tarea no está bien diseñada para lo que supuestamente sirve? ¿Sabes cómo hacer una intervención en base a este conocimiento?).

Y también hay que saber saber que el término Alta Capacidad pertenece al enfoque psicométrico y que a lo largo de la historia en la que se ha pretendido analizar el constructo inteligencia tenemos también otros enfoques como el evolutivo, el contextual, el sistémico y el cognitivo. Ninguno por sí sólo es SUFICIENTE para determinar nada, sino que hay que conocer las distintas perspectivas, teorías y modelos. Como observó Leta Hollingworth hace ya cien años, los más capaces también necesitan una instrucción diferenciada (sin olvidar intervenir también sobre la conducta tanto dentro como fuera del aula, que al fin y al cabo es lo que va a hacer que nos adaptemos al entorno que nos rodea o, como enunció Sternberg en su ‘Tª Triárquica de la Inteligencia’, moldear un ambiente que nos sea favorable o seleccionar/crear uno nuevo).

Por tanto, la Neuropsicología se convierte en imprescindible para hacer evaluaciones junto con la Psicología Educativa para intervenir sobre el aprendizaje y otras cuestiones. Si el objetivo es facilitar la adquisición de conocimientos y optimizar el rendimiento académico, debes saber cómo funciona el sistema educativo/académico, el plan de estudios, cómo impacta el diseño de aula y las condiciones ambientales, cómo funciona la instrucción diferenciada y su implicación en las adaptaciones, qué estrategias de enseñanza y de APRENDIZAJE AUTORREGULADO 🔍 son más efectivas, saber que una dificultad no siempre es por un <trastorno de> (¿el niño presenta una escolarización tardía? ¿El idioma en que está escolarizado no es el suyo materno? ¿El método de enseñanza no ha sido el más adecuado con respecto al conocimiento científico que tenemos hoy día? ¿No hay nada en su historia de desarrollo que indique problemas y la bajada de rendimiento es puntual por algún posible evento en su entorno cercano? ¿Tiene, simplemente, una menor capacidad para X pero sin que haya signos y síntomas que hagan sospechar de algo más?), y tener en cuenta otras problemáticas como el bullying y cyberbullying, problemas emocionales, ideación suicida, prevención de conductas antisociales y promoción de conductas prosociales, etc.

Para evaluar e intervenir necesitas DE TODO TU CONOCIMIENTO y éste debe incluir una amplia formación en psicología (Psicología del Desarrollo, Psicopatología, Psicobiología, Psicología Cognitiva, Psicología Diferencial, Psicología de la Personalidad, etc), aunque luego te centres específicamente en Psicología Educativa y Neuropsicología para poder aplicar todo ese conocimiento al rendimiento y el aprendizaje.

Mientras las instituciones se deciden a hacer algo (o no), algunos profesionales intentamos aportar nuestro granito de arena a estudiantes y profesionales que quieran acercarse a este fascinante mundo mediante PROGRAMAS FORMATIVOS ESPECIALIZADOS 🔍.

Si quieres conocer un poco más, lee esta entrada sobre la HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA EDUCATIVA 🔍 y cómo se desarrolló en España. Y si quieres ver una explicación en detalle, mira este vídeo del canal de Youtube 🖥️​

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